Todos necesitamos gracia en nuestras vidas. Todos cometemos errores, o simplemente fallamos a veces. Es en momentos como este que necesitamos recordar el trono de gracia. Muchos cristianos no saben esto, pero tenemos el derecho y el privilegio de acercarnos al trono de la gracia con confianza y sin temor. Cuando lo hagamos, recibiremos misericordia por nuestros fracasos y errores. No solo eso, sino que Su misericordia también estará disponible y presente en el momento correcto. Hebreos 4:16 (AMP) dice: “Por lo tanto, acerquémonos [con privilegio] al trono de gracia [es decir, el trono del favor misericordioso de Dios] con confianza y sin temor, para que podamos recibir misericordia [por nuestros fracasos] y encuentra [Su asombrosa] gracia para ayudar en momentos de necesidad [una bendición apropiada, que llega justo en el momento correcto] “¿Estás aprovechando esta gracia, o estás demasiado ocupado golpeándote, sin darte cuenta de que el trono de gracia de Dios ¿está disponible?
¡Deje que la relación comience!
El Señor Jesús les dijo a sus discípulos que era ventajoso para él regresar al Padre porque el Consolador, el Espíritu Santo, vendría y moraría en ellos, les enseñaría la verdad, los alentaría y les revelaría la voluntad del Padre. La palabra Consolador en el idioma original significa: “Consejero, Ayudante, Abogado, Intercesor, Fortalecedor y El que esta en espera para ayudarte”. Wow, por su gracia, el Espíritu Santo ahora habita dentro de nosotros y es capas de ayudarnos en cada aspecto de nuestras vidas (Juan 16: 7). Mientras más nos enfoquemos en nuestros problemas y circunstancias, menos permitimos que el Espíritu Santo sea nuestro consolador. Sin embargo, cuando decidimos fortalecer nuestra relación con Él, Él nos revelará su amor en todas estas manifestaciones (Consolador, Consejero, Ayudante, Abogado, Intercesor, Fortalecedor y estará en espera para ayudarnos). Decide hoy cambiar tu enfoque a Aquel que habita dentro de ti. Hay tantas cosas que Él quiere enseñarte. ¡Deje que la relación comience!
Juan 16: 7 “Sin embargo, no les digo nada más que la verdad cuando digo que es provechoso (bueno, conveniente, ventajoso) que me vaya. Porque si no me voy, el Consolador (Consejero, Ayudante, Abogado, Intercesor, Fortalecedor, el que esta en espera para ayudarte) no vendrá a usted [en comunión cercana con usted]; pero si me voy, lo enviaré a usted [para estar en comunión cercana con usted]”.