Words have power to impact the present and future. We have to be careful concerning what we say, both to ourselves and to others. Words can change an environment in a heartbeat. Words can change sadness and despair to joy and celebration. Now let’s take it to the next level. The Lord Jesus said: “It is the spirit that quickeneth; the flesh profiteth nothing: the words that I speak unto you, they are spirit, and they are life (John 6:63).” God’s word contains life. When we speak or declare God’s word over our circumstances or situations, we are speaking life. Isaiah 55:11 says: “So shall My word be that goeth forth out of My mouth: It shall not return unto Me void, but it shall accomplish that which I please, and it shall prosper in the thing whereto I sent it”. When God’s word is released, it never comes back void. There is eternal power in the word. So next time you pray, make sure you pray God’s word. Your opinions might fall short, but God’s word will accomplish that which God sent it to do. Don’t just pray emotionally, pray scripturally. Don’t just live emotionally, live scripturally. God’s word will release life, health, joy, purpose, clarity, honor, salvation, confidence, strength, and many other precious gifts in your life and in the lives of those you love. Remember: Words have power. What are the words that you are allowing to come forth from your mouth?
¡Dios envió esto para que cumpliera su voluntad!
Las palabras tienen poder para impactar el presente y el futuro. Tenemos que tener cuidado con lo que decimos, tanto a nosotros mismos como a los demás. Las palabras pueden cambiar un entorno en un instante. Las palabras pueden cambiar la tristeza y la desesperación a alegría y celebración. Ahora vamos al siguiente nivel. El Señor Jesús dijo: “El Espíritu da vida; la carne no vale para nada. Las palabras que les he hablado son espíritu y son vida. (Juan 6:63)”. La palabra de Dios contiene vida. Cuando hablamos o declaramos la palabra de Dios sobre nuestras circunstancias o situaciones, estamos desatando la vida de Dios en nuestro entorno. Isaías 55:11 dice: “Así será mi palabra que salga de mi boca: no volverá a mí vacía, sino que cumplirá lo que me plazca, y prosperará en lo que lo envié”. Cuando se declara la palabra de Dios, nunca vuelve vacía. Hay poder eterno en la palabra. Así que la próxima vez que ores, asegúrate de orar la palabra de Dios. Tus opiniones pueden fallar, pero la palabra de Dios cumplirá lo que Dios la envió a hacer. No solo ores emocionalmente, ores escrituralmente. No solo viva emocionalmente, viva escrituralmente. La palabra de Dios traerá vida, salud, alegría, propósito, claridad, honor, salvación, confianza, fortaleza y muchos otros regalos preciosos en tu vida y en las vidas de sus seres queridos. Recuerde: las palabras tienen poder. ¿Cuáles son las palabras que estás permitiendo que salgan de tu boca?