La palabra pecado significa: “Romper la ley de Dios. Errar al blanco”. El apóstol Juan les dijo a los creyentes que les escribió las instrucciones de Dios para que no pecaran. De esta manera, siempre tendrían la sabiduría y las instrucciones adecuadas para saber cómo vivir agradablemente a Dios en sus vidas diarias. 1 Juan 2: 1 dice: “Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis. Y si alguien peca, tenemos un Abogado con el Padre, Jesucristo el justo”. Sin embargo, tenga en cuenta que el también enseñó que si pecamos o fallamos, nuestro abogado, Jesucristo intercedería por nosotros ante el Padre. Tenemos un abogado justo que siempre intercede por nosotros. Consuélese hoy y sepa que Él es consciente del hecho de que está haciendo todo lo posible para vivir rectamente para Su gloria. Sepa también que ya se han hecho provisiones cuando peca. Solo ve delante de Dios con humildad y pide perdón. Tu intercesor está sentado a la diestra del Padre, de modo que estás cubierto por su amor y su sangre. No tienes que caminar en la culpa o la condena. ¡Eres amado y perdonado!
Esto es la recompensa de la humildad!
En el mundo de hoy, muchos adquieren riquezas tomando ventaja de otros. A muchas empresas y empresarios no les importa cómo su proceso de ganar dinero afecta a otras personas, siempre y cuando estén obteniendo ganancias. Cuando nos esforzamos por ganar dinero sin importar lo que les pase a los demás, o cuando usamos medios ilegales para ganar dinero, invariablemente traerá consigo estrés, preocupaciones, temor y retribución. De vez en cuando, vemos personas famosas arrestadas porque usaron medios ilegales para crear riquezas. Otra cosa que escuchamos es que algunos sufrieron trastornos mentales o emocionales porque no pudieron soportar la presión y el estrés continuo de mantener las riquezas que ganaron ilegalmente. Sin embargo, cuando Dios nos proporciona una provisión abundante, también nos da el privilegio de poder disfrutarla sin estrés y preocupación. Podemos dormir tranquilos y con confianza porque vivimos nuestras vidas con integridad piadosa. ¡Él le da a su amado sueño apacible (Salmos 127: 2)! Junto con los abundantes recursos con el cual nos bendice, también nos da honor y vida. Esto mi amigo, es la recompensa de la humildad!
Proverbios 22: 4 “La recompensa de la humildad [es decir, tener una visión realista de su importancia] y el temor [reverente] del Señor es la riqueza, el honor y la vida”.