El juez justo tomo su lugar!

Hay una historia de una persona que fue culpable de un crimen. Cuando fue a la corte, el juez escuchó su caso tanto de los abogados de la fiscalía como de los defensores. Desafortunadamente para este hombre, la evidencia era clara y convincente. Él era claramente culpable. El juez hizo la decisión ….. culpable! E inmediatamente después de eso, el juez se quitó la bata y se paró junto a la persona culpable. El juez les dijo a todos en la sala del tribunal que él tomaría el lugar de esta persona e iría a la cárcel en su lugar. Resultó que el juez era su padre. ¡Wow! A pesar de que el padre tuvo que hacer justicia por el crimen, tomó el lugar de su hijo porque lo amaba mucho y sabía que su hijo había cometido un grave error. En 2 Corintios 5:21, dice: “Al que no conoció pecado, lo hizo pecado por nosotros, para que nosotros fuéramos hechos justicia de Dios en él.”. El Señor Jesús nos amó tanto que tomó nuestro lugar y pagó la pena del pecado por nosotros, para que pudiéramos ser liberados del poder de las tinieblas. Su sacrificio nos dio el honor y el privilegio de ser declarados justos y perdonados. ¿Estás agradecido por tan grande salvación y liberación? ¿O estás en un lugar de quejas y disputas sobre lo injusta que es la vida? Si todavía estás en una prisión virtual de desesperanza y desesperación, no temas, todo lo que tienes que hacer es recibir Su sacrificio. Ya pagó el precio. ¿Por qué seguir en esta cárcel espiritual?

2 Corintios 5:21 “Al que no conoció pecado, lo hizo pecado por nosotros, para que nosotros fuéramos hechos justicia de Dios en él.”.

Que harias en esta situación?

La justicia de Dios es Dios declarándonos justos en Su Presencia por su gracia y amor. La justicia práctica es cuando uno vive rectamente en esta vida. En otras palabras, cuando tienes la oportunidad de hacer lo correcto o incorrecto, eliges hacer lo correcto. Al contrario de lo que muchos piensan, no somos superman o superwoman. Hay momentos en que la mejor manera de hacer algo bien es evitarlo. Cuando la esposa de Potifar trató de obligar a José a dormir con ella, él se escapó. Perdió su ropa en el proceso, pero evitó una trampa. Algunas veces, hay que orar, pero también hay que huir. Hay que evitar el problema por completo. A veces tienes que “huir” de una situación como lo hizo José. Dios lo honró, y terminó siendo uno de los hombres más influyentes en la historia. Ahora es nuestro turno de abstenernos de situaciones que nos pueden lastimar. ¡Quédate en alerta!

1 Tesalonicenses 5:22 “Absténgase de toda forma de mal [retírese y manténgase alejado de ella]”.