“¿Estás hablando de vida o muerte?”

Proverbios 18:21 dice que la muerte y la vida están en poder de la lengua y Juan 7:38 dice que de tu corazón brotarán ríos de agua viva. Lo que hay en tu corazón saldrá de tu boca. Si el odio y la violencia están en tu corazón, con tu boca hablarás la muerte. Si tu corazón está lleno de amor, alegría y paz, las palabras de la vida fluirán de tu boca.

Santiago 3 dice que ningún hombre puede domar la lengua, pero el hombre que lo hace es un hombre perfecto. Todos sabemos que no existe ese hombre perfecto. ¡Jesús solo era perfecto! 

Nuestro mundo está acostumbrado a usar palabras para infundir miedo, odio, racismo, confusión y división. Pero nosotros, como cristianos, estamos llamados a traer vida, paz, amor y sabiduría a cualquier situación dada. Estamos llamados a ser sal y luz para el mundo. Pero comienza con nuestros corazones.

Examina tu corazón hoy al escuchar lo que fluye de tu boca. Cuando Dios habló, Él creó los cielos y la tierra. Cuando Jesús habló, Él salvó, sanó, liberó y liberó a los cautivos.

¿Para qué estás usando tus palabras? Elige la vida!

Proverbios 10: 11-12 – boca de los justos es un pozo de vida, pero la violencia cubre la boca de los malvados. El odio despierta contiendas, pero el amor cubre todos los pecados.

 

 

Hay poder en tus palabras!

En Proverbios 18:21, El Proverbista declaró: “La muerte y la vida están en poder de la lengua, y los que la aman comerán su fruto”. Muchos han escuchado el dicho “palos y piedras pueden romper mis huesos, pero los nombres nunca me harán daño”. Esto es absolutamente incorrecto Las palabras están entre las entidades más poderosas en este reino de la tierra. Dios nos hace responsables de cada palabra que sale de nuestras bocas. La mayoría de las personas habla sin pensar qué repercusiones puede tener. Hacemos esto cuando somos niños, ya que criticamos a otros niños en la escuela. Pero incluso a medida que crecemos, seguimos diciendo y declarando cosas que nos pueden hacer daño a nosotros o a otros, y somos ajenos a cómo puede herir o destruir a los demás. ¡El apóstol Santiago declaró que la persona que puede controlar su lengua es un hombre perfecto (Santiago 3:2)! Hoy, nuestro Buen Señor y Salvador nos recuerda usar nuestras palabras para hablar de vida, restauración, salud, alegría, paz y salvación a otros. Hay un gran poder en tus palabras.

Efesios 4:29 – No salga de tu boca palabra corrupta, sino lo que es bueno para la edificación necesaria, para que pueda impartir gracia a los oyentes.