La habilidad de poder oír y escuchar es un regalo de parte de Dios tan maravilloso, precioso y necesario. La mayoría de la gente toman esta habilidad como algo común y garantizado. Sin embargo, para aquellos que pierden la audición, reconocen lo valioso que es. Sin embargo, hay algo igual de importante. Es la forma en que uno escucha. Puedo escuchar a alguien decir algo y lo interpretaré de mi manera. Sin embargo, otra persona puede escuchar exactamente lo mismo, y lo escuchará de otra manera. Entonces, el filtro en nuestros cerebros elige la forma en que va a interpretar lo que escucho. Luego tenemos otro punto muy importante, y es que muchos deciden no hacerle caso a lo que oyen. Apocalipsis 2:7 dice: “El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias”. En otras palabras, las personas pueden oír algo, pero después de oír, se niegan a ponerlo en practica. Y al negarse a poner las verdades de Dios en practica, y al fin, aterrizarán en la ruina. Vemos esto todo el tiempo. Las personas conocen el peligro de las drogas, pero continúan consumiendo drogas. La gente sabe que fumar le dará varias enfermedades potencialmente mortales, pero continúan fumando. Jesús dijo esto acerca de aquellos que no escuchan lo que el Espíritu de Dios le está diciendo a esta generación: “Esta es la razón por la que hablo en parábolas: porque mientras tienen el poder de ver, no ven, y mientras que tienen el poder de oír, no oyen, ni entienden ni captan cosas espirituales. En ellos se está cumpliendo la profecía de Isaías, que dice: ‘Oirás, pero nunca entenderás; y mirarás y mantendrás en mirar, pero nunca comprenderás “. (Mateo 13:13:14). Hoy, el Señor nos recuerda que su Espíritu Santo nos está hablando y nos está guiando. No rechacemos hoy su voz e instrucciones. Sus palabras son vida y luz. ¡Elije sabiamente hoy!
Este es el lugar de poder y sanidad
La oración es poderosa! La oración incluye comunicación, pero es mucho más que eso. Oración es comunión. Es cuando uno es transparente ante Dios. Oración es confianza en Dios y sus promesas. Es el lugar donde tu haces saber a Dios tus peticiones. También es tu herramienta legal para declarar la voluntad de Dios sobre ti, tu familia, la iglesia a la que perteneces, tu comunidad y tu nación. El apóstol Santiago dijo que debemos orar los unos por los otros e incluso confesar nuestros pecados para que podamos ser sanados (Santiago 5:16). Mateo 18:19 dice: “Otra vez os digo que si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra acerca de cualquier cosa que pidan, les será hecho por mi Padre que está en los cielos.” Aunque estoy de acuerdo de que no debes compartir tu vida privada con cualquier persona, debes tener a alguien en quien confíes que pueda orar contigo y por ti. La oración justa efectiva trae sanidad y restauración. También libera el poder de Dios en tu situación y produce resultados maravillosos. Es hora de dejar de hacer las cosas por tu cuenta. Deja ir cualquier orgullo o vergüenza que puedas tener a momento y pide oración en tu comunidad de creyentes. Te sorprenderás de lo que Dios hará cuando ores junto con otros.
Santiago 5:16 “Confiesa tus pecados el uno al otro y ora el uno por el otro para que puedas ser sanado. La oración ferviente de una persona justa tiene un gran poder y produce resultados maravillosos”.