¡Este hábito asegura tu éxito!

Nuestros hábitos diarios nos ayudan o nos limitan. Alguien dijo que el éxito o el fracaso en nuestras vidas consisten principalmente en cuatro a seis cosas que habitualmente hacemos todos los días. ¡El Señor Jesús nos enseñó en la oración del Señor a orar DIARIAMENTE y pedirle nuestro pan de cada día (Mateo 6)! En esa declaración, el pan es una petición y necesidad tanto física como espiritual. Eso incluye la comida diaria y la palabra de Dios, que es nuestro alimento espiritual. Esto significa que la oración es parte del éxito del Cristiano. Si estamos descuidando la oración diaria y la meditación en su palabra, estamos ignorando una de las disciplinas más importantes que conducen al éxito real. Dios le dijo a Josué que si meditaba en sus palabras, tendría éxito en su camino. ¿Por qué ignoraríamos a propósito la práctica y la disciplina de la oración y la meditacion en Su palabra? Lo más probable es que realmente no entendamos cuán importante es la oración. ¿Comemos todos los días? ¿Respiramos todos los días? ¿Dormimos todos los días? Todas estas acciones son vitales para la vida. Bueno, de igual manera es la oración y la meditación diaria en la palabra de Dios. ¡Es hora de hacer de la oración y la palabra de Dios una prioridad absoluta en nuestras vidas!

Mateo 6: 11 “Danos hoy nuestro pan de cada día”

No te apures. El te ayudara y te dara fortaleza!

Se necesita un compromiso firme y amor para caminar justamente. Si bien a la mayoría de las personas no les importa lo que dicen, piensan o hacen, los que aman a Dios eligen agradar a Dios en su vida diaria. El rey David dijo esto: “Que las palabras de mi boca y la meditación de mi corazón sean aceptables a tu vista, oh Señor, mi fortaleza y mi redentor” (Salmo 19:14). Él oró a Dios por ayuda para vivir rectamente porque sabía que sin la ayuda de Dios, muy bien podría fallar y pecar. Sabía que Dios no solo era su Redentor, sino que también era su fortaleza. Tal vez estés atravesando un desafío viviendo para Dios en medio de un mundo no redimido, pero recuerda hoy que Dios es tu fortaleza y redentor. Él te ayudará a vivir en rectitud ante Él. E incluso cuando fallas, su amor y perdón siempre están ahí para ti. Se fortalecido hoy. Hay quienes te observan y piensan “si él puede vivir para Dios, entonces quizás yo pueda”. ¡Que tengas un fin de semana bendecido!