Nuestros hábitos diarios nos ayudan o nos limitan. Alguien dijo que el éxito o el fracaso en nuestras vidas consisten principalmente en cuatro a seis cosas que habitualmente hacemos todos los días. ¡El Señor Jesús nos enseñó en la oración del Señor a orar DIARIAMENTE y pedirle nuestro pan de cada día (Mateo 6)! En esa declaración, el pan es una petición y necesidad tanto física como espiritual. Eso incluye la comida diaria y la palabra de Dios, que es nuestro alimento espiritual. Esto significa que la oración es parte del éxito del Cristiano. Si estamos descuidando la oración diaria y la meditación en su palabra, estamos ignorando una de las disciplinas más importantes que conducen al éxito real. Dios le dijo a Josué que si meditaba en sus palabras, tendría éxito en su camino. ¿Por qué ignoraríamos a propósito la práctica y la disciplina de la oración y la meditacion en Su palabra? Lo más probable es que realmente no entendamos cuán importante es la oración. ¿Comemos todos los días? ¿Respiramos todos los días? ¿Dormimos todos los días? Todas estas acciones son vitales para la vida. Bueno, de igual manera es la oración y la meditación diaria en la palabra de Dios. ¡Es hora de hacer de la oración y la palabra de Dios una prioridad absoluta en nuestras vidas!
Mateo 6: 11 “Danos hoy nuestro pan de cada día”