He visto una mentalidad y creencia malvada que se ha filtrado en esta generación. Esta creencia es que no necesitamos la corrección de nuestros mayores. No necesitamos instrucción. No nos gusta que nos digan lo que debemos hacer. Se ha puesto tan mal que muchos incluso se ofenden y se enojan cuando lo corrigen, e incluso rechazan a sus padres, pastores o mentores cuando intentan corregir algo en ellos que podría perjudicarlos a largo plazo. Esta mentalidad o creencia es peligrosa para nuestro futuro. Entiendo que algunas personas no saben cómo aplicar la corrección, pero no se puede rechazar la corrección y la instrucción solo porque hay algunos que no saben cómo aplicar la corrección. Proverbios 9: 9 dice: “Instruye a los sabios, y se volverán aún más sabios. Enseña a los justos, y aprenderán aún más.” Cuando Dios te va a enseñar algo, normalmente te traerá un mentor. Incluso los mentores difíciles pueden enseñar verdades poderosas. La clave es ser siempre un estudiante. Siempre hay oportunidad para aprender. Algunas de las mejores lecciones que he aprendido en la vida provienen de circunstancias muy difíciles, o de mentores, maestros o supervisores difíciles. Proverbios 1: 7 dice: “Los necios desprecian la sabiduría y la instrucción”. Proverbios 1:22 dice: “los necios odian el conocimiento”. Piénsalo: los hombres sabios reciben instrucción y se hacen más sabios; Los tontos rechazan y odian la instrucción, por lo qual siguen siendo tontos e ignorantes. Mi pregunta entonces es: ¿Estas actuando como un sabio, o te has estado comportando tontamente? ¿Eres un estudiante, o eres un sabelo-todo? Algo para considerar hoy!