Esto te dara alegria y confianza!

En este nuevo año, en lugar de preocuparnos por cómo vamos a proveer por nuestras necesidades, debemos decretar diariamente Su palabra sobre nuestras vidas. 2 Corintios 9: 8 dice: “Dios puede hacer que toda la gracia abunde hacia ti, para que tú, siempre teniendo toda suficiencia en todas las cosas, puedas tener abundancia para toda buena obra”.

Su palabra es su promesa. Es su vínculo. Si lo dijo, lo hará. Esto significa que podemos servir al Señor este año con alegría de corazón, sabiendo que Él provee por todas nuestras necesidades de acuerdo con Sus riquezas en Gloria en Cristo Jesús. Toda  gracia abunda hacia nosotros, por lo qual podemos alegrarnos y decir con confianza, Éste es el día que hizo Jehová; ¡nos gozaremos y alegraremos en Èl (Salmos 118:24)!

Bendice al Señor en este ultimo dia del año!

Cuando la palabra “bendice” al Señor se usa en Salmos 103, se usa para alabar, glorificar y hablar bien de Dios Todopoderoso. No solo es correcto bendecirlo y alabarlo todos los días. También es necesario que lo hagamos, porque al alabarlo y adorarlo, recordamos su bondad, su amabilidad, sus bendiciones y los beneficios que Él nos otorga todos los días. David “bendijo” al Señor todos los días. Incluso le recordaba a su alma que bendiga al Señor y no olvide todos sus beneficios (Salmos 103). Había desarrollado una disciplina para bendecir al Señor todos los días. En lo que sea que nos enfoquemos y hablemos todos los días, permanece cerca de nuestro corazón. Este es un principio poderoso. Dios le dijo a Josué que medite en su palabra todos los días para que él pudiera prosperar en todo lo que Dios le había dado para hacer. El Señor Jesús nos dijo que oráramos al “Padre nuestro” todos los días. Es hora de garantizar que parte de nuestras disciplinas diarias incluya “Bendecir” al Señor todos los días. Él tiene que ser el número uno en nuestras vidas. De esta manera, nunca olvidaremos qué y quién es realmente importante en nuestras vidas.

Salmos 103: 1-2 “Bendice, alma mía, a Jehová, y bendiga todo mi ser su santo nombre. Bendice, alma mía, a Jehová, y no olvides ninguno de sus beneficios.