Nunca se olvide que este tesoro esta contenido en vasijas de barro!

Muchas personas hoy en día se jactan de grandes cosas y, de hecho, creen que son mejores que otras, pero son simplemente seres humanos frágiles, engañados y descarriados. Somos como la hierba, que está aquí hoy, y mañana desvanece. El Apóstol Pablo sabia de que aunque Dios lo usaba poderosamente, era Dios quien obró poderosamente a través de él. El poder vino de Dios, no de él. El orgullo es un pecado principal. El orgullo convirtió el arcángel lucifer al diablo. Si uno no es cuidadoso, el orgullo puede destruir el propósito y el destino. Nuestro gozo debe ser que “Cristo en nosotros” brille en todas nuestras acciones. Nuestro mayor deseo debe ser traerle gloria a Dios en todas nuestras acciones y no esforzarnos por construir monumentos para nosotros mismos. Al final de nuestras vidas, lo único que durará es lo que hicimos por Jesús. Todas las acciones orgullosas se lo llevara el viento. Ellos serán olvidados. Pero lo que hagamos por Dios perdurará por generaciones.

2 Corintios 4: 7 (NKJV) “Pero tenemos este tesoro en vasijas de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios y no de nosotros”

2 Corintios 4: 7 (NTV) “Ahora tenemos esta luz brillando en nuestros corazones, pero nosotros mismos somos como vasijas de barro frágiles que contienen este gran tesoro. Esto deja claro que nuestro gran poder proviene de Dios, no de nosotros mismos”