Que es gloria?

La palabra o término “gloria” es a menudo mal entendida. Muchos lo usan como parte de su lenguaje de adoración. Algunos dirán “gloria a Dios” con respeto. Pero encuentro que muchos no entienden qué es la gloria cuando se les pregunta. En las escrituras del Antiguo Testamento, gloria es la palabra “Kabod” que significa: honor, gran cantidad, riqueza, reputación, majestad, esplendor. Cuando decimos “gloria a Dios”. Le estamos atribuyendo el hecho de que El merece recibir el más alto honor. Su inmensa riqueza es infinita. Su reputación es perfecta y hay que alabarlo sobre todo. Su majestad (dignidad, magnificencia, grandeza, esplendor, majestad y admiración), es del más alto nivel. Hay varias formas en que mostramos la gloria de Dios: Cuando oramos, destacamos su fidelidad y amor. “Llámame en el día de la angustia y te rescataré y tú me glorificarás” (Salmo 50:15). Cuando damos gracias, estamos demostrando que Él es el dador de todo don bueno y perfecto. “El que ofrece un sacrificio de acción de gracias me glorifica” (Salmo 50:23).  Cuando producimos fruto, estamos compartiendo por extensión su amor a la humanidad. “Mi Padre es glorificado por esto, que llevas mucho fruto” (Juan 15:8)  Cuando perdonamos a otros, expresamos el asombroso amor, la bondad y la misericordia de Dios que se expresó en la cruz. “Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores” (Mateo 6:12). Hay tantas otras formas en que podemos traerle gloria. Entonces recuerda, al reflejar su majestad y gracia en nuestras acciones diarias, El es glorificado. ¡Así que saca tiempo a lo largo del día para darle gloria! ¡Definitivamente es digno!

Salmo 96:8  ¡Den al Señor la gloria que merece! Lleven ofrendas y entren en sus atrios.

El escucha y libera!

Hay momentos en nuestras vidas que no tenemos respuesta a los desafíos y problemas que se nos presentan. El rey David tuvo muchos problemas y desafíos enormes como rey. Fue durante estos tiempos que clamaba a Dios, pidiendo por sabiduría y estrategia. El Salmo 119: 169 (NET) dice: “¡Escucha mi clamor de ayuda, oh Señor! ¡Dame entendimiento por tu palabra!” Confiaba en Dios en las circunstancias más difíciles, como el tiempo que el tuvo que enfrentar un gigante, o cuando su propio equipo quería matarlo con piedras. Él siempre fue a Dios en adoración y oración. Dios siempre le respondió, ya sea a través de Su palabra, o por medio de un profeta, Dios siempre fue fiel para darle la perspectiva o estrategia que necesitaba en ese momento. Usted podría estar en una situación similar en este momento. La mayoría solo permitiría que el estrés, la preocupación, el miedo y la ansiedad se hicieran cargo. Pero Dios te recuerda hoy que Él está contigo, y que la estrategia y la sabiduría están de camino. Él ha escuchado tu clamor y tus oraciones, y Él te dará sabiduría, estrategia, favor y perspective divina.

Salmo 81: 7 (DHH)En tu angustia me llamaste, y te salvé; te contesté desde la nube que tronaba