Una revelación poderosa de nuestro Padre Celestial!

Necesitamos una poderosa revelación de nuestro Padre Celestial. El Señor Jesús nos enseñó a orar. Nos dice que comencemos la oración con “Padre Nuestro, que estás en los cielos”. No solo es nuestro Padre celestial, también es el ejemplo perfecto del mejor padre que uno podría tener. Su amor por nosotros es legendario, su perdón cuando pecamos y fallamos es inigualable. Sus amables y tiernas misericordias son nuevas todos los días. Él nos cuida y siempre está con nosotros. Nunca nos deja ni nos abandona. Él satisface todas nuestras necesidades de acuerdo con sus riquezas en gloria. Él escucha y responde a nuestras oraciones y peticiones. Él envió su palabra y nos sanó. Él es fiel. Él es consistente. Nos ha dado una herencia invaluable. Se regocija por nosotros. Él nos da los mejores regalos. En pocas palabras, Él es el Padre que no tiene igual. ¡Él es nuestro Padre celestial!

Mateo 7: 11 (Version Amplificada)Si entonces, malvado (pecaminoso por naturaleza) como eres, sabes cómo dar regalos buenos y ventajosos a tus hijos, cuánto más dará tu Padre que está en el cielo [perfecto como es] lo que es bueno y ventajoso para aquellos que siguen preguntándole”

En vez de preocuparse, haga esto!

El apóstol Pablo abordó un tema muy importante en nuestros días, y eso es la preocupación. Se unió al Señor Jesús al enseñarnos que preocuparse no solo es inútil, sino peligroso. En Filipenses 4:6, el apóstol comparte esto: “No te preocupes por nada; en cambio, ora por todo. Dile a Dios lo que necesitas y agradécele todo lo que ha hecho”. Él dice: ¡No te preocupes! Pero él no se detiene allí. Agrega: “No te preocupes por nada”. Eso significa que la preocupación es inútil en cualquier ámbito. Simplemente no debemos estar de acuerdo con la preocupación en ningún escenario. La preocupación y el temor van de la mano. Cuando nos preocupamos, le decimos a nuestro cerebro y cuerpo que se avecina una crisis, y su cuerpo responderá yendo a la defensa. Ahí es cuando comienzan las palpitaciones, las sustancias químicas de tu cuerpo lo llevan a una sobrecarga y el estrés comienza a degradarlo físicamente, emocionalmente y espiritualmente. Tu mente comienza a evocar muchos escenarios malos y te sacan de tu lugar de paz y autoridad. La próxima vez que sienta la tentación de entrar en un lugar de preocupación, en vez de eso, entre en oración, y recuerda que Dios nos ha dicho que “no nos preocupemos”. Mientras esté en oración, recuerde que Dios está contigo, y Él hace que todas las cosas trabajen para nuestro bien. No importa lo que veas en este momento, debes saber que Dios te dará paz y estrategias durante estos momentos inciertos. También, Recuerde y darle gracias a Dios por las cosas buenas y las buenas experiencias que ya había recibido en el pasado. Recuerda que de la misma manera que Dios te ha liberado y ayudado en el pasado, Él lo hará de nuevo. Gloria a Dios!

Filipenses 4: 6 (NTV) “No te preocupes por nada; en lugar de eso, ora por todo. Dile a Dios lo que necesitas y agradécelo por todo lo que ha hecho”.