En vez de preocuparse, haga esto!
El apóstol Pablo abordó un tema muy importante en nuestros días, y eso es la preocupación. Se unió al Señor Jesús al enseñarnos que preocuparse no solo es inútil, sino peligroso. En Filipenses 4:6, el apóstol comparte esto: “No te preocupes por nada; en cambio, ora por todo. Dile a Dios lo que necesitas y agradécele todo lo que ha hecho”. Él dice: ¡No te preocupes! Pero él no se detiene allí. Agrega: “No te preocupes por nada”. Eso significa que la preocupación es inútil en cualquier ámbito. Simplemente no debemos estar de acuerdo con la preocupación en ningún escenario. La preocupación y el temor van de la mano. Cuando nos preocupamos, le decimos a nuestro cerebro y cuerpo que se avecina una crisis, y su cuerpo responderá yendo a la defensa. Ahí es cuando comienzan las palpitaciones, las sustancias químicas de tu cuerpo lo llevan a una sobrecarga y el estrés comienza a degradarlo físicamente, emocionalmente y espiritualmente. Tu mente comienza a evocar muchos escenarios malos y te sacan de tu lugar de paz y autoridad. La próxima vez que sienta la tentación de entrar en un lugar de preocupación, en vez de eso, entre en oración, y recuerda que Dios nos ha dicho que “no nos preocupemos”. Mientras esté en oración, recuerde que Dios está contigo, y Él hace que todas las cosas trabajen para nuestro bien. No importa lo que veas en este momento, debes saber que Dios te dará paz y estrategias durante estos momentos inciertos. También, Recuerde y darle gracias a Dios por las cosas buenas y las buenas experiencias que ya había recibido en el pasado. Recuerda que de la misma manera que Dios te ha liberado y ayudado en el pasado, Él lo hará de nuevo. Gloria a Dios!
Filipenses 4: 6 (NTV) “No te preocupes por nada; en lugar de eso, ora por todo. Dile a Dios lo que necesitas y agradécelo por todo lo que ha hecho”.