La oportunidad se aproxima!

Todos tienen oportunidades. No todos aprovechan sus oportunidades. Las oportunidades tienen ciclos y estaciones. La mayoría también tiene plazos. Las Escrituras dicen que los que aprovechan las oportunidades son sabios. Pero aquellos que “duermen” durante la temporada de cosecha e ignoran las oportunidades actúan vergonzosamente. Las claves aquí son estar conscientes y listos cuando Dios nos brinda las preciosas oportunidades, y la mentalidad, la fortaleza y la disciplina para asociarnos con Dios cuando Él brinda estas oportunidades. Si has perdido oportunidades pasadas, no permitas que la culpa y la desilusión te abrumen y te paralicen en cualquier oportunidad futura. En cambio, solo pide perdón a Dios y prepárate para oportunidades futuras. Él te perdonará amorosamente y restablecerá el reloj de la oportunidad.

Proverbios 10: 5 “El que trabaja durante el verano y aprovecha sus oportunidades es un hijo que actúa sabiamente, pero el que duerme durante la cosecha e ignora el momento de la oportunidad es un hijo que actúa vergonzosamente”.

El problema no es la tormenta!

¿Te has dado cuenta de que cuando llegan las tormentas, llueve sobre los justos y los injustos? Las tormentas nos golpearon a todos. Jesús dijo en Mateo 7: 24-27, que la tormenta descendió sobre aquellos que construyeron sus casas sobre la roca y sobre la arena. Todos experimentan tormentas. Entonces, la mentalidad correcta es estar siempre preparado para las tormentas, no esperar que nunca encontremos tormentas. Cómo respondemos a las tormentas determina si la tormenta nos destruirá o no. Jesús enseñó que aquellos que construyen sobre la roca son los que no sufrirán la destrucción. Construir sobre la roca consiste en estar enraizado en la base sólida de los principios de Dios. Al permanecer en Sus principios, crea una barrera de protección a nuestro alrededor. Cuando el enemigo entra como un diluvio, nuestra fe seguirá siendo inamovible. Contrasta eso con los que construyen basados en principios defectuosos. Cuando llegan las tormentas, destruirá lo que edificaron. En esta parábola, no fue el hogar o la tormenta lo que permitió la destrucción. Fue la decisión de construir sobre roca o arena. Entonces, si ha sufrido una pérdida en el pasado, determine dónde construyó su hogar anterior (creencias erradas, acciones incorrectos, errores), pida perdón a Dios y comience de nuevo. Esta vez, sin embargo, construye tu futuro sobre la roca (Su palabra, Sus principios, Su amor, Su gracia, Su perdón). La próxima vez que llegue la tormenta, serás capaz de soportar y superar cualquier cosa que el enemigo lance en tu camino.

Mateo 7: 24-27A cualquiera que me oye estas palabras, y las pone en práctica, lo compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. Cayó la lluvia, vinieron los ríos, y soplaron los vientos, y azotaron aquella casa, pero ésta no se vino abajo, porque estaba fundada sobre la roca. Por otro lado, a cualquiera que me oye estas palabras y no las pone en práctica, lo compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena. Cayó la lluvia, vinieron los ríos, y soplaron los vientos, y azotaron aquella casa, y ésta se vino abajo, y su ruina fue estrepitosa. “.