La religión muchas veces te llevará a un lugar de culpa y desesperanza. Muchos te golpearán cuando falles. Sin embargo, Dios en Cristo nos ha provisto para que no tengamos que caminar en vergüenza y culpa. Por el sacrificio de Cristo en la cruz, la gracia sobrenatural fue desatada para nosotros. Su poder nos impedirá tropezar con el pecado y nos llevará impecables ante su gloriosa presencia. ¡Ya no tenemos que caminar en la culpa! Su amor venció la muerte, el infierno y la tumba por nosotros. Su gracia es más que suficiente para toda nuestra vida. ¡Elija caminar hoy en victoria, paz, confianza y alegría porque si Él nos perdono, y nosotros también podemos perdonarnos a nosotros mismos y a los demás!
Judas 1: 24, 25 “Ahora, para El que tiene el poder suficiente para evitar que tropieces con el pecado y te lleve impecable ante su gloriosa presencia para estar ante El con deleite extático, al único Dios nuestro Salvador, a través de nuestro Señor Jesucristo , séa infinita gloria y majestad, gran poder y autoridad, desde antes de que él creara el tiempo, ahora y durante todas las edades de la eternidad. ¡Amén!
Dios juzgó a su pueblo que rechazó voluntariamente su sabiduría y leyes. Les había dado leyes, preceptos y sabiduría para que pudieran vivir en paz, bendecidos y con propósito divino. Sin embargo, debido a su orgullo y arrogancia, rechazaron Sus palabras. Esto disgustó mucho a Dios. Oseas 4: 6 dice: “Mi pueblo es destruido por falta de conocimiento. Debido a que has rechazado el conocimiento, yo también te rechazaré de ser sacerdote para mí; porque has olvidado la ley de tu Dios, también olvidaré a tus hijos”. . Ese es un verso escalofriante. Dios declaró a aquellos que voluntariamente rechazaron Su palabra que Él también los rechazaría de poder servirle. Esto también afectaría a sus hijos porque Dios sabía que no enseñarían la ley de Dios a sus hijos. Esto también causaría que el juicio recayera sobre los hijos, ya que actuarían igual que sus padres. Dios estaba complacido con Abraham y sabía que enseñaría la ley de Dios a sus hijos (Génesis 18:19). Por eso bendijo grandemente a Abraham y a sus hijos. Pero aquellos que rechazan su palabra no podrán disfrutar de Su Presencia. No podrán recibir vida de su palabra y promesas. No enseñarán a sus hijos, por lo que también afectará negativamente a sus hijos. Aprenda de su ejemplo y abrace Sus preceptos y promesas. ¡Será una bendición duradera para usted y su familia!