Uno de los principales debates que hoy están en el centro del discurso nacional tiene que ver con el medio ambiente. Muchos dicen que debido al calentamiento global, la tierra pronto pasará por cambios cataclísmicos. Sea cierto o no, siempre hay horribles terremotos, huracanes, tornados, tsunamis y otros patrones climáticos peligrosos en diversas regiones que son capaces de destruir ciudades enteras y matar a muchos. El rey David declaró que, en última instancia, nuestra única ayuda real y efectiva es Dios. Cuando ocurren estos momentos espantosos, nada en la tierra puede ayudarlo. Pero he escuchado cómo Dios ha protegido sobrenaturalmente a su pueblo, incluso en medio de circunstancias aparentemente imposibles. Esto es lo que dijo el rey David: “Dios es nuestro amparo y fortaleza, Nuestro pronto auxilio en todos los problemas. Por eso no tenemos ningún temor. Aunque la tierra se estremezca,
y los montes se hundan en el fondo del mar; aunque sus aguas bramen y se agiten, y los montes tiemblen ante su furia.” Salmo 46: 1-3. En este momento, es posible que se encuentre en una situación que parece imposible de resolver. Hoy Dios quiere recordarte que Él es tu refugio y fortaleza. Él está presente contigo en tu tiempo de angustia. Él está en el bote contigo en medio de la tormenta. ¡Él te dice hoy que tú y Él JUNTOS llegarán al otro lado! Estad en paz ….. Él es tu fuerte torre y ancla. ¡No serás movido!
Huye de este veneno!
La amargura es una emoción y estado mental poderoso. No solo es poderoso; También es peligroso. Hebreos 12:15 nos advierte que la amargura puede hacer que perdamos la gracia de Dios. También puede causar problemas y amargos tormentos, y muchos pueden contaminarse cuando la persona amargada comparte su amargura a través de sus palabras y acciones. La amargura es un tipo de veneno, pero este tipo de veneno se aplica a través de palabras, acciones y actitudes. Una vez que la amargura entra en el corazón de una persona, crece raíces en su corazón (mente, voluntad, emociones) y luego comienza a manifestarse de muchas maneras, que incluyen depresión, temor, ira, resentimiento, celos y odio. Si permitimos que esta mentalidad diabólica se arraigue en nosotros, nos hará perder la gracia de Dios. Es por eso que Dios nos recuerda hoy que ejercitemos la previsión y vigilemos los unos a los otros continuamente para que esta mentalidad nunca entre en nuestros corazones. Ponte la armadura completa de Dios todos los días y la amargura nunca podrá tocarte. Recuerda, las Escrituras nos dice que si te sometes a Dios y resistes al diablo, ¡él huirá de ti! (Santiago 4: 7)
Hebreos 12:15 (AMPC) “Ejercite la previsión y esté atento para velar por [los unos a los otros], para ver que nadie retrocede y falle de obtener la gracia de Dios (Su favor inmerecido y su bendición espiritual), para que la raíz de resentimiento (rencor, amargura u odio) no brote y cause problemas y tormentos amargos, y muchos se contaminen con él “