Ten cuidado, tu boca puede hacerte caer en problemas serias!

La Biblia tiene mucho que decir acerca de los necios. Parte del significado del nombre necio es: una persona que carece de juicio o prudencia, una que carece de poderes comunes de comprensión, experimentando, especialmente sin pensar o ignorantemente. Un área muy importante que debemos tomar muy en serio tiene que ver con las cosas que decimos y prometemos. Por alguna razón, muchos toman lo que dicen muy a la ligera. No se dan cuenta de que el poder de la vida y la muerte están en la lengua. Lanzan palabras de sus bocas con absoluta ignorancia, y luego dicen que no lo hicieron en serio, o solo estaban jugando o estaban enojados. Dios toma en serio tus palabras. El rey Salomón nos aconsejó que no debemos usar nuestras palabras sin considerar sus repercusiones. (Eclesiastés 5) Necesitamos pensar cuidadosamente las cosas que diremos antes de pronunciarlas. Salomon declaro que un insensato es conocido por sus palabras. Wow. Él también nos dejó saber que Dios no tiene placer en los insensatos y el comportamiento necio. Este siguiente pensamiento realmente me conmovió. Salomón también dijo que nuestras bocas nos pueden hacer pecar y destruir las obras de nuestras manos. En medio de una nación y sociedad que está diciendo y lanzando quejas, discursos necios, y retórica odiosa, tenemos que asegurarnos de no estar de acuerdo con esas acciones.. Sé la persona que pone un guardia en su boca, y solo habla desde un lugar de sabiduría y temor divino. ¡Sé el ejemplo para que otros puedan aprender y alejarse de su insensatez!

Eclesiastés 5: 2-6 “No te des prisa a abrir tu boca, ni tu corazón se apresure a proferir palabra delante de Dios, porque Dios está en el cielo, y tú sobre la tierra. Sean, por tanto, pocas tus palabras. Porque de las muchas ocupaciones vienen los sueños, y de la multitud de palabras la voz del necio. Cuando a Dios hagas promesa, no tardes en cumplirla, porque él no se complace en los insensatos. Cumple lo que prometes. Mejor es no prometer que prometer y no cumplir. No dejes que tu boca te haga pecar, ni delante del ángel digas que fue por ignorancia. ¿Por qué hacer que Dios se enoje a causa de tus palabras y destruya la obra de tus manos?”

El Señor Jesus confirmo las promesas de Dios!

El nacimiento del Señor Jesucristo fue la confirmación de la promesa de Dios de redimir a la humanidad. Ahora, en Cristo, todas las promesas de Dios son sí y amén a través de Cristo. 2 Corintios 1:20 “Porque todas las promesas de Dios en Él son Sí, y en Él Amén, para la gloria de Dios por medio de nosotros”.
Ahora podemos acceder a su gracia por lo que el Señor Jesús hizo por nosotros. Hebreos 4:16 “Por lo tanto, vengamos audazmente al trono de la gracia, para que podamos obtener misericordia y encontrar la gracia para ayudar en el momento de necesidad”. Así que recuerda durante esta temporada navideña que las promesas de Dios son tuyas, y puedes regocijarte en Él, aunque pases por dificultades en esta vida. Él ya te ha redimido, y siempre está contigo, y no solo durante la Navidad. Regocíjate, Jesús nació y eso confirmó su promesa para nosotros.

Romanos 15: 8 “Ahora digo que Jesucristo se ha convertido en un siervo de la circuncisión de la verdad de Dios, para confirmar las promesas de los padres”.