Seria esto el secreto de su prosperidad?

Las Escrituras revelan que Dios desea que prosperemos y tengamos salud, así como nuestra alma prospera. En Deuteronomio 8:18, él declara: “Y te acordarás de Jehová tu Dios, porque es él quien te da poder para hacer las riquezas, para que pueda establecer su pacto que juró a tus padres, como lo es hoy”. Salmos 1:3 declara: el hombre que se deleita en el Señor y medita en Su palabra día y noche prosperará en todo lo que haga. La clave aquí es la aplicación consistente de la palabra y los principios de Dios en la vida de uno. Hay una gracia para prosperar en tu vida si eliges recibirlo y caminar en él. La analogía de un árbol plantado por los ríos de agua da la imagen de uno que permanece cerca de Dios y Su palabra. Debido a esta práctica, siempre tendrás toda la sabiduría, provisión, fuerza. y la salud que necesitas para lograr todo lo que Él te llama a hacer. Si aún no lo has hecho, comienza ahora a plantarte junto a los ríos de la palabra y la sabiduría de Dios.

Salmos 1:3 “Será como el árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto en su tiempo, y su hoja no se marchitará; y todo lo que él haga prosperará”.

¡Dios envió esto para que cumpliera su voluntad!

Las palabras tienen poder para impactar el presente y el futuro. Tenemos que tener cuidado con lo que decimos, tanto a nosotros mismos como a los demás. Las palabras pueden cambiar un entorno en un instante. Las palabras pueden cambiar la tristeza y la desesperación a alegría y celebración. Ahora vamos al siguiente nivel. El Señor Jesús dijo: “El Espíritu da vida; la carne no vale para nada. Las palabras que les he hablado son espíritu y son vida. (Juan 6:63)”. La palabra de Dios contiene vida. Cuando hablamos o declaramos la palabra de Dios sobre nuestras circunstancias o situaciones, estamos desatando la vida de Dios en nuestro entorno. Isaías 55:11 dice: “Así será mi palabra que salga de mi boca: no volverá a mí vacía, sino que cumplirá lo que me plazca, y prosperará en lo que lo envié”. Cuando se declara la palabra de Dios, nunca vuelve vacía. Hay poder eterno en la palabra. Así que la próxima vez que ores, asegúrate de orar la palabra de Dios. Tus opiniones pueden fallar, pero la palabra de Dios cumplirá lo que Dios la envió a hacer. No solo ores emocionalmente, ores escrituralmente. No solo viva emocionalmente, viva escrituralmente. La palabra de Dios traerá vida, salud, alegría, propósito, claridad, honor, salvación, confianza, fortaleza y muchos otros regalos preciosos en tu vida y en las vidas de sus seres queridos. Recuerde: las palabras tienen poder. ¿Cuáles son las palabras que estás permitiendo que salgan de tu boca?