El rey David meditaba en la palabra de Dios continuamente. Sabía que la palabra de Dios contenía vida, sabiduría, protección, instrucción, dirección y da vida a quienes abrazan sus preceptos. El Salmo 119: 93 (KJV) dice: “Nunca olvidaré tus preceptos: porque con ellos me has vivificado”. La (NKJV) dice: “porque por ellos me has dado la vida”. Esa palabra vivificado es la palabra hebrea Chayah (Strongs Hebrew: 2420), que significa: “revivir, dar vida, preservar, restaurar la vida”. ¿Sabías que Jesús es la Palabra de Dios? Sí, Él es la Palabra viva de Dios. ¡También tenemos la palabra escrita de Dios que habla de Él! Juan 1: 1, 14: En el principio era la Palabra, y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era Dios. Y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros, y vimos Su gloria, la gloria como del unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad “. Efesios 2: 1 dice:” Y a ti hizo vivir, que estabas muerto en delitos y pecados “. Si está leyendo esto, tome un momento para agradecer a Dios por el hecho de que está vivo. Sea agradecido por la vida. En Cristo, también tiene vida eterna. Sé que estamos en medio de muchas personas que se quejan constantemente de las cosas más tontas. Pero no se dejen atrapar por estos tontos. En cambio, tómese el tiempo para darse cuenta de cuán bendecidos somos realmente. Por la gracia de Dios, se nos ha dado vida y vida eterna. Sea como el Rey David de antaño, y dale gracias a Él todos los días por el regalo de vida. Recuerda, Él nos amó incluso cuando estábamos muertos en pecados y delitos. ¡Es digno de gratitud y alabanza!
Ocupate de tus propios asuntos!
El término “ocupate de tus propios asuntos” no es un término nuevo. El apóstol Pablo le dijo a la iglesia en su día que se ocupara de sus propios asuntos y que trabajara con sus propias manos. De esta manera, podrían caminar dignos de su llamado y no les faltaría nada. 1 Tesalonicenses 4:11-12 dice: “y que os esforcéis afanosamente por tener tranquilidad, y ocuparos en vuestros propios asuntos, y trabajar con vuestras manos de la manera que os hemos mandado, a fin de que os conduzcáis honradamente para con los de afuera, y no tengáis necesidad de nada.” El Señor Jesús les dijo a sus padres que tenía que ocuparse de los asuntos de Su Padre (Lucas 2:49). Por lo tanto, el enfoque para aquellos que tienen éxito en sus esfuerzos es ocuparse o atender sus propios negocios, Nosotros tenemos ricos recursos dentro de nosotros. Dios ya nos ha equipado con sabiduría, habilidades, potencial, asociaciones, recursos y semillas para ser prósperos y carecer de nada. Entonces es hora de dejar de buscar a otros para hacer que las cosas sucedan para nosotros, y mirar lo que Dios ya ha puesto en nuestras manos. Diga como Jesús y Pablo: “Debo ocuparme de los asuntos de mi Padre,” porque ahi es en donde tu encontraras la abundancia de recursos!
Lucas 2:49 “Y les dijo:” ¿Por qué me buscaron? ¿No sabían que debo ocuparme de los asuntos de mi Padre? “