Buscaron, pero no lo encontraron!

En Mateo 5:6, revela el poder y la necesidad de tener hambre de Dios y de su justicia. Necesitamos estar hambrientos de la Presencia de Dios. Para aquellos que piensan que no necesitan a Dios en sus vidas, son tristemente engañados. Muchos piensan que solo porque tienen “inteligencia de libros”, no necesitan nada más. Muchas veces, demasiado estudio terrenal en realidad llevará a la gente a la confusión, el engaño y la desilusión. Llega un momento en la vida de todos cuando se dan cuenta de lo inútil que es la vida llena de vanidad. La sabiduría de Dios está disponible para cualquiera, pero no puedes encontrarla casualmente. Tienes que quererlo realmente. Tienes que tener hambre de ello. ¡Solo entonces encontrarás la sabiduría de Dios y el conocimiento de la revelación!

Proverbios 14:6 los intelectualmente arrogantes buscan sabiduría, pero nunca parecen descubrir lo que dicen que están buscando. Porque la revelación-conocimiento fluye a quien tiene hambre del conocimiento divino.

Que estas edificando?

Dios nos ha dado el honor de tomar nuestras propias decisiones. ¡Decisiones no deben tomarse a la ligera! Sus decisiones y acciones afectan su futuro y  aquellos quienes dependen de usted. Los responsables entienden esto y construyen su futuro de tal manera que no solo los beneficie, sino que también beneficie a todos los de su hogar. Este principio también se extiende a la familia y comunidad de su iglesia. Los tontos sin embargo, no se preocupan por las repercusiones de sus acciones. Sacrificarán su futuro tomando acciones que no producirá nada de beneficio para su futuro! Desafortunadamente, Llegara el día en el cual se arrepentirán de esto. Pero ya será demasiado tarde. En ese día, verán que han destruido lo que podría haber sido un futuro y un legado asombrosos. ¡No caigas en esa trampa! Determine hoy ser esa persona sabia que construira su casa con integridad y sabiduría. ¡Aquellos a tu alrededor te llamarán bendecido y apreciarán tu legado!

Proverbios 14: 1La mujer sabia edifica su casa, pero la necia la derriba con sus propias manos”.