¿Quién es tu proveedor?

Las escrituras nos enseñan que Dios es nuestro proveedor supremo. La mayoría de las veces consideramos nuestros trabajos como nuestros  proveedores, pero, francamente, los trabajos van y vienen. Pueden estar disponibles hoy y desaparecer mañana. Es vital que captemos la revelación en lo profundo de nuestro espíritu de que Dios es nuestro proveedor. Las oportunidades pueden cerrarse. Reducción de trabajos y despidos pueden ocurrir. Pero Dios puede proporcionarnos provisión de forma ilimitada porque es un Dios ilimitado con provisión y recursos ilimitados. Él es en realidad el que nos proporciona provisión y recursos a diario. No solo eso, cuando somos generosos, Él multiplicará nuestros recursos para que podamos seguir siendo generosos con los demás. ¡Su trabajo podría cerrarse, su banco podría fallar, sus oportunidades actuales podrían agotarse, pero siempre recuerde que Dios nunca falla, y Él es el que abrirá nuevas puertas de oportunidad cuando el actual se cierre porque Él es nuestro proveedor!

2 Corintios 9:10 “Ahora, el que proporciona semilla para el sembrador y pan para alimento proveerá y multiplicará su semilla para sembrar [es decir, sus recursos] y aumentará la cosecha de su justicia [que se muestra en bondad activa y amor]”

Ocupate de tus propios asuntos!

El término “ocupate de tus propios asuntos” no es un término nuevo. El apóstol Pablo le dijo a la iglesia en su día que se ocupara de sus propios asuntos y que trabajara con sus propias manos. De esta manera, podrían caminar dignos de su llamado y no les faltaría nada. 1 Tesalonicenses 4:11-12 dice: “y que os esforcéis afanosamente por tener tranquilidad, y ocuparos en vuestros propios asuntos, y trabajar con vuestras manos de la manera que os hemos mandado, a fin de que os conduzcáis honradamente para con los de afuera, y no tengáis necesidad de nada.” El Señor Jesús les dijo a sus padres que tenía que ocuparse de los asuntos de Su Padre (Lucas 2:49). Por lo tanto, el enfoque para aquellos que tienen éxito en sus esfuerzos es ocuparse o atender sus propios negocios, Nosotros tenemos ricos recursos dentro de nosotros. Dios ya nos ha equipado con sabiduría, habilidades, potencial, asociaciones, recursos y semillas para ser prósperos y carecer de nada. Entonces es hora de dejar de buscar a otros para hacer que las cosas sucedan para nosotros, y mirar lo que Dios ya ha puesto en nuestras manos. Diga como Jesús y Pablo: “Debo ocuparme de los asuntos de mi Padre,” porque ahi es en donde tu encontraras la abundancia de recursos!

Lucas 2:49 “Y les dijo:” ¿Por qué me buscaron? ¿No sabían que debo ocuparme de los asuntos de mi Padre? “