“Cualquiera que escucha mi enseñanza y la sigue es sabio, como una persona que construye una casa sobre roca sólida. Aunque la lluvia caiga a cántaros y las aguas crezcan y los vientos golpeen contra esa casa, no se derrumbará porque está construida sobre un lecho rocoso. Pero cualquiera que oye mi enseñanza y no la obedece es necio, como una persona que construye una casa sobre arena. Cuando vengan las lluvias y las inundaciones y los vientos golpeen contra esa casa, se derrumbará con gran estruendo”.
Todos somos defectuosos. Todos cometemos errores. Perdemos la marca. Nos pasa a todos. Es por eso que debemos acudir a la palabra de Dios en busca de sabiduría, consejo e instrucción. Su palabra es verdad. Su palabra es La Roca. Jesús enseñó que si escuchamos Y OBEDECEMOS Su palabra, es similar a construir su hogar sobre una base sólida. Siempre y cuando nos mantengamos firmes en Su palabra, estamos a salvo. Estamos en tierra firme. Por esta razón, cuando un desarrollador va a construir un nuevo rascacielos, el equipo primero excava continuamente hasta llegar a la roca madre. Solo entonces comienzan el proceso de construir los cimientos del edificio. Tiene que soportar el peso, la presión y las condiciones climáticas, de lo contrario, las personas podrían morir si el edificio se derrumba. Conocen la importancia de construir sobre roca. ¡Incluso la ciencia y la ingeniería confirman esta verdad! Incluso durante estos tiempos difíciles, es aún más importante y esencial que construyamos nuestras vidas, relaciones, negocios y ministerios sobre la roca. Las visiones del mundo están cambiando y cambiando tan rápidamente que es difícil saber en qué apoyarse. Es hora de volver a la palabra de Dios. Construye tu casa (vida) sobre la roca. ¡Su palabra es tu ancla!
Salmos 119: 89 “Para siempre, oh Señor, permanece tu palabra en los cielos”
Oración:
Gracias Padre Celestial porque puedo construir mi vida, hogar, relaciones, negocios y ministerio en tus promesas y preceptos. Tu palabra es mi brújula moral, mi GPS de vida, mi estabilidad y seguridad ahora y en la eternidad. Estoy tan agradecido de que hayas enviado tu palabra para que sepamos nuestro propósito y cómo vivir. Por tu palabra, sé quién soy y lo que estoy aquí para hacer. Seguiré edificando mi casa sobre la roca. Así que aun cuando vengan las tormentas de la vida, NO podrán destruir mi hogar porque está edificado sobre la roca. Declaro esto en el Nombre de Jesús, ¡Amén!