Dios te ha fortalecido para que superes todos los ataques del enemigo!

Una de las muchas razones por las que Jesús envió al Espíritu Santo es que necesitamos fuerza sobrenatural para nuestra journada. Habrá muchas ocasiones en que las circunstancias, las pruebas y las tribulaciones vendrán y nos agotarán de nuestra alegría y fortaleza. Es entonces cuando necesitamos aprovechar el poder sobrenatural del Espíritu Santo que habita dentro de nosotros. ¡Hay un poder ilimitado para nosotros todos los días! Colosenses 1:11 dice: “Fortalecidos con todo poder, según Su glorioso poder, para toda paciencia con gozo”. No permitas que el enemigo te engañe haciéndote creer que estás solo. ¡El Espíritu Santo de Dios está contigo y te proporcionará toda la fuerza, sabiduría, estrategia y gozo para vencer cualquier ataque del enemigo! Su gracia es suficiente y Su fidelidad es consistente. Anímate hoy. El Espíritu Santo está ahí contigo. ¡Ninguna arma formada contra ti prosperará! ¡Eres más que un vencedor por medio de Cristo que te ama y dio su vida por ti!

Esa prueba tiene una fecha de vencimiento!

Todos experimentamos ataques del enemigo. Esto es parte de la experiencia cristiana. El Señor Jesús dijo una vez: “Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis tribulación; mas tened ánimo, yo he vencido al mundo” (Juan 16:33). Lo bueno es que las Escrituras revelan que estos tiempos de persecución, tribulación y pruebas son solo por una temporada. El Salmo 30: 5 dice: “El llanto puede durar una noche, pero la alegría viene por la mañana”. Las estaciones de prueba tienen fecha de vencimiento. Cuando Satanás probó a Jesús, lo dejó después de haberlo probado: Lucas 4: 12-13 “Y respondiendo Jesús, le dijo: Dicho está: No tentarás al Señor tu Dios. Y cuando el diablo hubo terminado toda la tentación, se apartó de él por una temporada “. Entonces, si estás en medio de una prueba o en el desierto, recuerda hoy que no es permanente. Recuerda que Él nos dijo que tuviéramos buen ánimo porque ya venció al mundo, y ahora tenemos el espíritu del vencedor dentro de nosotros. ¡Con Su ayuda, saldrás victorioso al otro lado y con un gran testimonio!