¡La revelación y la verdad son vitales para tu vida!

La verdad es vital en nuestro camino Cristiano. Jesús es la verdad, y sus principios son verdad. La verdad nos da claridad, confianza y seguridad. La verdad es la revelación de lo que es realmente cierto. Es la realización de la actualidad y realidad. El Salmo 43: 3 dice: “Envía tu luz y tu verdad; que ellas me guíen…” La revelación de la voluntad y el propósito de Dios en tu vida son críticos para nosotros porque:
* La revelación determina tu mentalidad;
* Su mentalidad determina su actitud;
* Su actitud determina su enfoque y acciones hacia las personas y las cosas;
* Tus acciones consistentes crean buenos hábitos;
* ¡Tus hábitos determinan tu éxito en la vida y el ministerio!

Juan 8:32 “y conocerás la verdad, y la verdad te hará libre”

¡Tu victoria está asegurada!

Dos poderosas verdades que los antiguos discípulos sabían acerca de su relación con Dios fueron: a) Eran más que vencedores por medio de Cristo y, b) nada podía separarlos del amor de Dios que está en Cristo Jesús nuestro Señor. Puede que estés atravesando la batalla de tu vida en este momento. Puede estar experimentando pruebas, tribulaciones, estrés, deudas financieras, enfermedad, traición y otros desafíos similares, ¡pero el Señor le recuerda hoy que USTED es más que un vencedor! El Espiritu Santo reside dentro de ti, y aunque estés atravesando una lucha desafiante de tu fe, saldrás en la cima porque si Dios es para ti, ¡quién puede estar en tu contra! Nada te separará de su amor. Su amor es feroz. Su amor es fiel. Su amor vence toda oscuridad y destrucción. ¡Su amor venció a la muerte, el infierno y la tumba! ¡En medio de tu lucha, Clama al Señor con voz de triunfo y jubilo! Este es el día que hizo el Señor. ¡Me regocijare y me alegraré en El! ¡Tu victoria está asegurada en Cristo!

Romanos 8: 37-39 “Sin embargo, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de Aquel que nos amó. Porque estoy convencido de que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles, ni los principados, ni los poderes, ni las cosas presentes, ni las cosas por venir, ni la altura. ni la profundidad, ni ninguna otra cosa creada, podrá separarnos del amor de Dios que está en Cristo Jesús nuestro Señor “