Has experimentado su presencia?

Cada criatura tiene un entorno óptimo que les permite vivir y prosperar. Para los peces, es el océano. Para el pájaro, es el cielo. Para el cristiano, es la presencia de Dios. Salmo 140: 13 “Ciertamente los justos darán gracias a tu nombre; los rectos morarán en Tu presencia”. En su presencia, somos fortalecidos. Somos limpios. Recibimos el gozo de Jehovah. Recibimos sabiduría. Estamos protegidos. Recibimos su misericordia. Estamos protegidos de nuestros enemigos. Estamos seguros. Somos amados con su amor eterno. Vemos con sus ojos. Sentimos su corazón. Recibimos respuestas para nuestras oraciones. Experimentamos el poder de la resurrección. Recibimos sanidad espiritual, mental y emocional. Su presencia es el lugar donde vivimos y prosperamos. ¿Has experimentado su presencia?

Salmo 16:11 “Me mostrarás el camino de la vida; en Tu presencia hay plenitud de gozo”.

Amor es la llave!

La voluntad de Dios es que seamos libres para poder servirle con gozo y paz. Pablo nos advierte que tengamos cuidado con nuestra libertad. Muchos usan su libertad para hacer lo que agrada a su naturaleza pecaminosa. Estamos llamados a servirnos unos a otros con amor. Las Escrituras nos enseñan a amar a nuestro prójimo de la misma manera que nos amamos a nosotros mismos. Esa es una tarea difícil, pero el Espíritu Santo te dará la gracia y la fuerza para hacerlo. Es hora de rechazar las acciones y los comportamientos que nos hacen lastimarnos y destrozarnos. Es hora de volver a amarnos como Dios nos ama.

Galatas 5:13-15  “Pues ustedes, mis hermanos, han sido llamados a vivir en libertad; pero no usen esa libertad para satisfacer los deseos de la naturaleza pecaminosa. Al contrario, usen la libertad para servirse unos a otros por amor. Pues toda la ley puede resumirse en un solo mandato: «Ama a tu prójimo como a ti mismo», pero si están siempre mordiéndose y devorándose unos a otros, ¡tengan cuidado! Corren peligro de destruirse unos a otros.”