La justicia de Dios es el don de ser declarado justo ante Dios. Romanos 5:17 Porque si por la ofensa de un solo hombre la muerte reinó por uno, mucho más aquellos que reciben la abundancia de la gracia y del don de la justicia reinarán en la vida por medio de Aquel, Jesucristo. Ser justo también incluye acciones justas que el pueblo de Dios practica como resultado de vivir la palabra de Dios todos los días, tanto en el ámbito privado como en el público. Es algo que hacemos diario. Hechos 10:35- Pero en toda nación el que lo teme y obra la justicia es aceptado por él. Obrar la justicia es cuando tenemos la opción de hacer nuestra propia voluntad, o hacer la voluntad de Dios. Elegimos hacer lo correcto y hacer lo que Dios quiere que hagamos. A medida que actuamos con rectitud, evitamos las acciones malvadas, ya sea ser ofendidos, maldecir porque estamos enojados en el momento, hacer cualquier tipo de mal a nuestro prójimo, etc. En cambio, hacemos lo que agrada a Dios, lo que traiga restauración, lo que produzca paz, etc. Tenemos la responsabilidad de obrar la justicia en nuestras acciones diarias. ¡Elige hoy para obrar la justicia y deja que tu luz brille!
Efesios 6:14 (b) “….habiéndose puesto la coraza de justicia”