Pablo le dijo a Timoteo que estudiara para mostrarse aprobado a Dios. Existe una gran sabiduría por ahí, lista para ser aprehendida por aquellos que la aman. Sin embargo, uno necesita disciplina para aprender cosas nuevas. Aprender es un proceso de maratón. La mayoría de las cosas toman días, semanas, meses o incluso años para aprender. Uno debe someterse a un proceso didáctico consistente, línea por línea, precepto tras precepto para alcanzar el dominio en un área. El proverbista dijo el que aborrece la corrección es un necio. Mientras que los diligentes aceptan la instrucción y la corrección, porque saben que es beneficioso para ellos y para su futuro, la persona ignorante rechazará la instrucción y la corrección. Esto condenará a esta persona a permanecer siempre ignorante. Decide hoy ser como esa persona diligente que da la bienvenida a mentores en su vida. Subirán a la cima, mientras que los ignorantes voluntariosos permanecerán en el mismo lugar durante toda su vida.
Proverbios 12: 1 (NVI) “El que ama la disciplina ama el conocimiento, pero el que la aborrece es un necio”