La vida hoy es demasiado complicada. Hay demasiado drama. Todo este estres está relacionado con el orgullo, la trampa de comparación, el ego y el odio, entre otras cosas. Todas estas actitudes y acciones son obras de la carne. El quien decida vivir escrituralmente vivirá una vida más simple y más alegre. El apóstol Pablo enseñó a los creyentes en la ciudad de Tesalónica estos 3 principios:
“procura vivir en paz con todos, a ocuparse de sus propias responsabilidades y a trabajar con sus propias manos. Así les he mandado,” (1 Tesalonicenses 4:11, NVI).
¿Imagínese si todos nos esforzáramos por vivir una vida pacífica en lugar de discutir, pelear, cotillear, odiar y tratar de ser mejores que los demás? ¿Cómo afectaría eso a nuestras comunidades? ¿Qué pasaría si simplemente nos ocupamos de nuestro propio negocio y trabajamos con nuestras propias manos? ¿No detendría eso la mayoría de los argumentos y divisiones? ¡Es hora de obedecer y vivir según las Escrituras en lugar de vivir como el mundo! Y lo más importante de esto es que comienza con nosotros. En lugar de quejarse de la forma en que viven los demás, es mejor comenzar a vivirlo y modelarlo entre nuestras familias y comunidades. Bueno, es un nuevo día, así que este es un momento perfecto para comenzar?