¡Tus acciones son poderosas y trascendentes!

Algunas personas dicen “mis errores y mis pecados son asunto mío. No estoy haciendo daño a nadie”. Eso no podría estar más lejos de la verdad. Nuestras acciones impactan y afectan a los demás. Romanos 5: 17 dice que a través de un hombre reinó la muerte. Las acciones de Adán han afectado a todos. Sin embargo, el mismo versículo nos permite saber que el sacrificio del Señor Jesucristo (Sus acciones) nos bendice con una abundancia de gracia y el don de la justicia. Él también nos hace reinar en vida. Nuestras acciones, decisiones, errores y palabras pueden ayudar a otros, o hacer que otros tropiecen. Las acciones y comportamientos de los padres pueden afectar a sus hijos. Las acciones de un hermano pueden afectar a los demás hermanos. Las acciones de los amigos pueden bendecirse o herirse mutuamente. Las acciones de los funcionarios electos pueden afectar a la nación. Las acciones de los ministros pueden bendecir o perjudicar a la congregación. Así como las acciones de Adán impactaron a la humanidad, ¡nuestras acciones son poderosas y pueden afectar a otros más de lo que creemos. Es hora de tomar responsabilidad por tu vida y tus acciones. ¡Otros dependen de ti!

Romanos 5:17 “Porque si por la ofensa del hombre la muerte reinó a través del uno, mucho más los que reciben abundancia de gracia y del don de justicia reinarán en la vida a través del Uno, Jesucristo”

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