Tus decisiones determinan tus victorias o derrotas!

Cuando observamos la naturaleza, podemos ver que hay comandos incrustados en el ADN del animal. Tan pronto como nace un caballo, inmediatamente busca ponerse de pie y busca a su madre para que pueda comenzar a alimentarse. No es necesario ir a la escuela para aprender estas habilidades y hábitos de vida. El proverbista enseñó que deberíamos mirar a la hormiga y aprender de ellas: “Ve a la hormiga, oh perezosa; observa sus caminos y sé sabio, la cual, al no tener jefe, supervisor o gobernante, prepara su comida en el verano y trae sus provisiones de comida para el invierno en la cosecha. ¿Cuánto tiempo te acostarás, perezoso? ¿Cuándo te levantarás de tu sueño y aprenderás autodisciplina? ” (Proverbios 6: 6-8). Están “unidas” para el éxito. Tienen en su ADN el conocimiento innato de cómo trabajar en su comunidad, y exactamente cuándo ir a buscar su alimento. Incluso saben guardar su comida para el invierno. Se destacan en dos areas: a) Se desarrollan porque son diligentes y consistentes y, b) cada uno hace su parte de manera consistente. Esta consistencia y diligencia comunitaria permite que toda la comunidad prospere cada año. El proverbista nos dijo que observáramos y aprendiéramos de ellas. Somos la única especie que tiene la capacidad de elegir negarse a hacer lo que puede prosperemos. Nuestras decisiones de ir en contra de lo que nos puede ayudar puede destruirnos tanto a nosotros como a nuestras familias. Podemos optar por consumir drogas, fumar, elegir quedarnos en casa y ser perezosos, optar por permanecer sin educación, elegir poner excusas y culpar a otros por nuestras decisiones erróneas. También podemos elegir ser como la hormiga y abrazar las disciplinas que nos ayudarán a prosperar, crecer, expandir, aprender, trabajar hacia un futuro claro y beneficioso, etc. Hoy, Dios nos está recordando que es nuestra responsabilidad de abrazar la diligencia y responsabilidad de tener éxito en nuestras vidas, y eso incluye rechazar los hábitos y patrones de pereza y fracaso y abrazar nuevos hábitos y patrones (como la hormiga) que nos permitirán “preparar nuestra comida”. en el verano, y preparar provisiones de alimentos para el invierno. ¡No más excusas! ¡Es hora de ir a trabajar!

No se olvide hoy la importancia de votar!

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